Superar el miedo al fracaso

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En la pasada Píldora de inspiración hablamos sobre el fracaso como la frustración por no alcanzar un objetivo o no lograr un desempeño acorde con determinadas expectativas. La percepción del fracaso está condicionada por diferentes estándares, valores o sistemas de pensamientos por los que nos guiamos. Por eso, un fracaso para una persona puede ser una gran experiencia de aprendizaje para otra.

En nuestra sociedad estamos acostumbrados a hablar sobre “casos de éxito” o “personas de éxito”. Pero esto ¿siempre es así?

Nos molesta hablar de fracasos y mucho más aún de miedo al fracaso. Sin embargo, ocultar algo que no nos gusta no ayuda a resolverlo. Es bueno ponerlo encima de la mesa para analizarlo y encontrar las claves para su superación.

Primero tenemos que conocer las posibles causas del miedo al fracaso:

  • La excesiva crítica o falta de comprensión por parte de los padres durante la infancia puede acarrear estos sentimientos negativos a la etapa adulta
  • La experiencia de algún momento traumático en nuestra vida puede hacer que este miedo se mantenga durante años
  • También una baja autoestima por compararnos con los demás, preocuparnos excesivamente, enfocarnos en lo negativo o ceder a los deseos de los otros pueden ser motivos de este tipo de miedo

Ahora bien, tan importante como saber las posibles causas es poder identificar las señales que marcan ese miedo para gestionarlo de forma adecuada.

¿Cómo lo identificamos?

  • Reticencia a probar nuevas formas de hacer las cosas o afrontar proyectos desafiantes
  • Auto sabotaje y excesiva ansiedad
  • Diálogo interior con pensamientos negativos sobre sí mismo
  • Exceso de perfeccionismo

En todo lo que hacemos existe siempre una probabilidad de fallo. Afrontarlo y aceptarlo como tal no es sólo una prueba de coraje, sino también es toda una actitud positiva que nos permite una vida más plena y gratificante.

¿Qué podemos hacer para gestionar el miedo al fracaso y minimizar sus efectos?

  • Analizar los posibles escenarios, incluso el peor, y los resultados que podríamos tener en cada uno de ellos
  • Pensar en positivo para aumentar la autoestima y vencer el auto sabotaje
  • Tener un plan “B” para ganar confianza y anticiparnos al miedo ante la incertidumbre
  • Establecer metas pequeñas y alcanzables que impulsen a la acción y a elevar también la confianza en uno mismo.
  • Visualizar cómo nos sentiríamos, qué pensaríamos habiendo vencido ese miedo

John Caunt -en su libro “Eleve su autoestima”- propone algunas técnicas para fortalecer nuestra mente y nuestra actitud hacia el fracaso, entre las que destacan:

  • Reconocer y hacer un listado de nuestras cualidades positivas
  • Relacionarnos con personas positivas
  • Aceptar lo que no podemos cambiar
  • Dejar de compararnos con los demás
  • Saber decir “no”

Todos hemos tropezado y tropezaremos a lo largo de nuestra vida. Hemos tomado y seguiremos tomando decisiones equivocadas. Pero eso no significa que debemos pararnos… Es muy importante pensar en todas las oportunidades que perderíamos si permitimos que los fracasos y las caídas nos detengan.

No somos víctimas de las circunstancias, sino responsables de nuestras decisiones y acciones. Tenemos la libertad de elegir cómo pensar y qué actitud tomar.

Podemos elegir ver el fracaso como el fin del mundo o, por el contrario, elegir ver el fracaso como una experiencia de aprendizaje, como una lección muy importante para nuestro crecimiento y para evitar caer en el mismo error de nuevo.

¡!El fracaso sólo nos detiene si lo permitimos!!

“El ordenador” de nuestra mente

Imagen de Geralt
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En la última sesión de Coaching para ti de la sexta temporada de enComunicación hablamos de un tercer elemento de la mente: el “ordenador”, como lo llama Steve Peters en su libro “La paradoja del chimpancé”.

Cuando nacemos, lo traemos vacío. Con el paso del tiempo tanto nuestro “chimpancé” como nuestro “humano” irán introduciendo pensamientos y conductas, como si fueran los archivos en el disco duro.

En este “ordenador” existen cuatro elementos que influyen en su funcionamiento:

  • El piloto automático. Es el pensamiento o conducta positiva y útil. Ejemplo: vestirse, caminar, asearse, etc.
  • El duende. Pensamiento o conducta inútil o negativa que puede frustrarnos o enfadarnos a la hora de tomar decisiones. Ejemplo: pensar por anticipado las peores situaciones negativas.
  • El trasgo es como el duende, pero mucho más arraigado y muy difícil de suprimir. Peters cita las conductas y pensamientos que adquirimos desde niños y que a veces siguen entorpeciendo nuestra vida adulta. Por ejemplo, un trasgo que he observado en sesiones de coaching con algunos hombres que dicen “los hombres no lloran”. Cuando comienzan a emocionarse por algún suceso ocurrido, rápidamente reprimen esta emoción y dicen esta frase en voz alta.
  • La piedra de la vida está formada por los valores, creencias y conductas por las que la persona guía su vida. Son el marco conceptual sobre aspectos que identificamos como positivos o necesarios en nuestra vida: honestidad, confianza, libertad, …

Como podemos ver, el ordenador tiene un disco duro donde el chimpancé y el humano toman información para conformar sus decisiones.  De ahí la importancia que adquiere el “ordenador” para los procesos de coaching.

Lo primero que tenemos que hacer es identificar a los duendes, trabajarlos internamente y convertirlos en pilotos automáticos. Si el chimpancé y el humano encuentran datos constructivos al consultar el ordenador, los aceptarán y actuarán correctamente. En cambio, si lo que encuentran es un duende destructivo, la acción irá en consecuencia con esa línea de pensamiento.

Peters pone el caso de saber decir “no” para eliminar un duende y transformarlo en piloto automático:

El duende de una persona que dice “sí” a todo porque no quiere dar una imagen negativa, quiere caer bien a los demás, al final logrará que la persona se sobrecargue de obligaciones, trabajo y situaciones que la abruman. Esto hará que se sienta cada vez más enfadada consigo misma y con los demás.

Entonces, debemos sustituir ese duende por un pensamiento que sea más adecuado y útil, nacido desde dentro de cada persona. Ejemplo: “las personas respetan a las personas asertivas”.

Todo esto lleva su tiempo. El cambio no se produce de la noche a la mañana. Aquí cuenta la persistencia constante en cada momento que nos “asalte” un duende de estas características. Además, es muy importante que la persona encuentre sus propias “verdades”, es decir, sus pensamientos que le sirvan para reforzarlos de forma continua.  Sólo así quedarán grabadas en el ordenador.

A veces ocurre que aparecen varios duendes al mismo tiempo. Aquí no cabe otra opción que “separarlos”. Peters aconseja que los escribamos en un papel a medida que los vayamos identificando. Una vez hecho esto, se trata de “transformar” uno a uno cada duende basándose en la “verdad” adecuada para conseguir el piloto automático respectivo.

Algunos ejemplos de duendes y verdades pueden ser:

  • “Tengo que causar buena impresión” a transformar en una verdad como “Sólo puedo ser yo mismo. No tengo por qué caerle bien a todo el mundo”
  • “Me juzgarán” puede cambiarse en un piloto automático como “No puedo evitar que me juzguen, pero sí disfrutar de quien soy”

Animo a todas las personas para que reflexionen sobre las experiencias que tengan y cómo las interpretan. Tanto los pilotos automáticos como los duendes se introducen en el ordenador con cada experiencia, con los intercambios de opiniones y con las enseñanzas que recibimos.

Si valoramos esas experiencias como positivas, en el futuro serán respuestas automáticas que “el ordenador” de nuestra mente dará a situaciones similares, mientras que si son negativas, serán duendes que interferirán en la interpretación y vivencia de las mismas desatando nuevamente el conflicto entre “el chimpancé y el humano”.

 

La decisión es de cada persona.

¿Cómo recuperar la autoestima?

Imagen de Catherine McMahon
Imagen de Catherine McMahon

La autoestima fue el tema de la semana en Coaching para ti. Ese aspecto de nuestra personalidad que alerta ante las circunstancias adversas y la acción desconsiderada de terceras personas en su intento de vulnerar nuestros límites y decisiones.

En el programa anterior de enComunicacion hablamos de la importancia de establecer límites. En estos últimos días he escuchado varios comentarios sobre situaciones difíciles que atraviesan algunas personas en el ámbito laboral.

En todos los casos detecté un denominador común:  la valoración que tenían de sí mismas estaba siendo afectada y seriamente deteriorada por terceras personas, con el consecuente desánimo y pérdida de la ilusión que tenían por esa actividad o trabajo, además de malestar emocional y físico.

Por eso, es importante recuperar la autoestima, entendida como el valor que cada persona se otorga a sí misma según sean los pensamientos, sentimientos y experiencias sobre ella misma.

Este valor está muy ligado a la imagen propia que tenemos de nosotros mismos y a la aceptación de nuestras virtudes y defectos.

La “cotización” de este valor no se mantiene continua en el tiempo, sino que a veces fluctúa al alza o a la baja por condicionantes externos que afectan a la persona alterando a veces el concepto que tiene de sí misma.

Es importante conocer tres aspectos importantes que influyen en la autoestima:

  • los pensamientos, tanto los que impulsan como los que frenan o “intoxican” nuestra mente. No es lo mismo que nos digamos a nosotros mismos “soy capaz de hacerlo” que decirnos “es imposible, esto no lo puedo hacer”.
  • los valores que la persona tiene sobre quién es, qué habilidades y recursos tiene. Se trata de reflexionar sobre nuestros puntos fuertes y débiles, así como el entorno donde estamos.
  • las experiencias pasadas y presentes que le han conducido a la situación actual. Analizar qué ha sucedido o sucede en ese aspecto de nuestra vida o en otros que han afectado negativamente nuestra autoestima. Esto es muy importante. Es posible que nos encontremos con situaciones repetidas en donde cambian algunos personajes, pero el tema de fondo es el mismo.

Si notamos que estamos bajos de autoestima, ¿qué podemos hacer para recuperarla?

  • Saber cómo hemos llegado a ser lo que somos. Supone evaluarnos de la forma más objetiva posible sin fustigarnos, pero tampoco caer en la benevolencia. Tener en cuenta lo que hemos hecho y lo que hemos dejado de hacer para llegar a donde estamos ahora.
  • Identificar qué está alterando nuestra estabilidad emocional.
  • Tener la disposición total y absoluta de cambiar lo que nos perjudica, a pesar del esfuerzo, el dolor y otras posibles consecuencias
  • Invertir la forma de pensar. Cambiar el modo de pensar negativo a otro más positivo
  • No hacer generalizaciones sobre las malas experiencias que hayamos podido vivir, sino buscar respuestas sobre lo que hayamos aprendido.
  • Hacer una lista de los éxitos que hemos conseguido en todos los aspectos de nuestra vida
  • Evitar las comparaciones con los demás. Cada uno tiene su propio camino y forma de llevar su vida. Nadie es inferior ni superior a los demás. Cada persona destaca en unas cosas más que en otras.
  • Aceptarnos como somos y con todo lo valioso que tenemos como personas.

Todo esto nos motivará, nos hará sentirnos satisfechos con nosotros mismos, a encontrar fuerzas para seguir adelante, a superar dificultades…en definitiva y una vez más, a ser responsables y protagonistas de nuestra vida.

Nueva temporada de “Coaching para ti” – programa EnComunicación

Rumbo

El jueves pasado comenzó la 5ª temporada del programa de radio EnComunicación, que se emite en directo todos los jueves de 19.00 a 20.00 horas en EsRadio Valencia (90.5 FM).

También puede escucharse en el Canal de Ivoox – http://encomunicacion.ivoox.com y en el Podcast de iTunes poniendo “encomunicacion”

En la sección “Coaching para ti” de este primer programa presentamos lo que será la hoja de ruta para esta nueva temporada.

Descubriremos aspectos importantes del coaching, como actividad profesional, su relación con la comunicación y su aporte para favorecer la interacción entre las personas.

Hablaremos de las habilidades de comunicación tan necesarias para entender a los demás y establecer conversaciones abiertas y constructivas. Me refiero a la escucha activa, al estar atento y participativo, la forma de preguntar, el significado de los silencios….

Exploraremos también las características de nuestro diálogo interior, ¿qué pensamos de nosotros mismos y de los demás? ¿qué decimos y qué omitimos en nuestras conversaciones? Entender esto nos ayudará a hablar sin herirnos ni herir a los otros.

Analizaremos los pensamientos que nos impulsan a creer en nosotros mismos y aquellos que, por el contrario, limitan nuestro potencial y afectan nuestra felicidad y bienestar.

Y, por supuesto, conoceremos las maneras de expresar nuestras emociones y estados de ánimo.

Invito a los oyentes a comenzar el camino del coaching y la comunicación para favorecer las relaciones personales y profesionales, en beneficio de una mejor convivencia.

¡!Hasta el próximo programa!!