Balance vital del año

Imagen de Pixabay
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Estamos a punto de cerrar 2018 y en la sección Píldoras de Inspiración del programa enComunicación hablamos de cómo hacer el Balance vital del año.

En esta época es muy normal hacer un repaso de lo que hemos vivido. Las personas que nos han acompañado y las que se han marchado, los pasos que hemos dado en nuestro crecimiento personal y profesional, los sueños que se han cumplido, …y también lo que no hemos podido lograr y las lecciones que hemos aprendido de nuestros propios errores.

Como si se tratara de un Balance financiero, abrimos las cuentas del Activo y del Pasivo de lo que ha sido nuestra vida en este año para responder a preguntas esenciales y colocar nuestras respuestas en uno u otro lado. Así, sabremos de manera muy gráfica qué energía nos impulsa hacia adelante y qué opciones tenemos que superar.

Propongo realizar este balance vital en cuatro niveles de profundidad.

En el plano material y físico:

  • ¿Cómo es nuestra salud? ¿Cómo la cuidamos? ¿De qué manera nos nutrimos y vivimos una vida sana?
  • ¿Cómo está nuestra casa? ¿Vivimos en una situación cómoda? ¿Cómo mantenemos nuestro espacio vital en ella?
  • ¿Cómo están nuestras finanzas? ¿Qué situación económica tenemos? ¿Cómo administramos nuestras entradas y salidas de dinero?
  • ¿Y nuestro trabajo? ¿Es todo lo agradable que nos gustaría o podríamos cambiar a algo mejor? En el caso de no tenerlo, ¿Cómo podemos acceder a un empleo o crear el nuestro propio?

Pasamos de lo tangible a lo intangible ahora con el plano emocional:

  • ¿Cómo están nuestras relaciones?
  • ¿En qué entorno familiar vivimos ¿Cómo nos sentimos con nuestros padres, parejas, hijos, hermanos…?
  • ¿Cómo son nuestras amistades? ¿podemos contar con ellas en momentos que necesitamos escucha y apoyo?
  • ¿Cómo es nuestra relación con los colegas de trabajo?

En el plano mental:

  • ¿Qué hemos aprendido o qué necesitamos aprender para estar al día en nuestra profesión o en nuestras aficiones?
  • ¿Nos hemos “reciclado” en aprendizajes técnicos?
  • ¿Hemos viajado a algún país distinto al nuestro? ¿qué hemos vivido y aprendido allí en comparación objetiva con nuestro entorno geográfico habitual?

Por último, en el plano espiritual o más trascendente:

  • ¿Hemos sido altruistas con los demás? ¿Hemos colaborado como voluntarios con alguna iniciativa solidaria?
  • ¿Hemos ayudado a personas cercanas o no tan cercanas a la hora de escuchar sus problemas o de animarlas u orientarlas en algún aspecto práctico?
  • ¿En qué medida hemos vivido experiencias trascendentes o de desarrollo personal en el año?
  • ¿Nos hemos conectado con nosotros mismos a través de la meditación, de la contemplación de la Naturaleza o de alguna actividad creativa?

Con esta “auditoría interna” podremos evaluar aciertos y frustraciones que hemos tenido en las diferentes áreas de nuestra vida. Nuestro objetivo es disfrutar de una vida plena y feliz. Y, para alcanzar la felicidad, primero tenemos que identificar los obstáculos que se interponen en el camino, solucionarlos en la medida que sea posible y centrarnos en los aspectos positivos para vivirlos en plenitud, potenciando nuestro optimismo y autoestima.

Dejar huella en la vida

Huella
Huella

¿Cómo es nuestra huella en la vida?  Esta fue la reflexión que compartí en el programa enComunicación de la semana pasada.

Hace unos días escuché a una persona decir que no somos imprescindibles y que las organizaciones y el mundo en general pueden seguir funcionando sin nosotros.

Efectivamente, esa afirmación es cierta. Sabemos que todo ha funcionado antes de llegar nosotros a este mundo y, cuando nos vayamos, lo seguirá haciendo, más allá de algunos matices…

Esos matices que pueden significar una mejoría o un desarreglo en una organización, una sociedad o en una familia, ¿podrían relacionarse con determinadas actitudes y acciones de personas según el rol que tengan en cada momento?

La historia de la Humanidad revela que sí. En sus páginas tenemos numerosos protagonistas que cambiaron su entorno o el curso de situaciones relevantes para las sociedades u organizaciones a las que pertenecieron.

En 1966 350 estudiantes universitarios de Estados Unidos participaron en una encuesta psicológica sobre desarrollo personal y felicidad. Once años más tarde, la psicóloga Susan Krauss Whitbourne contactó con estas personas y les volvió a preguntar década a década hasta recopilar datos de cuarenta años.

En 2010 publicó los resultados de esta amplia investigación en el libro The Search for Fulfillment. Su conclusión fue que lo que hacemos y lo que dejamos de hacer, de manera positiva o negativa, más o menos trascendente, supone dejar huellas a nuestro alrededor. Esto es lo que Krauss llama “huella de vida”.

Nuestras decisiones, acciones o palabras, por insignificantes que parezcan, pueden influir de forma muy intensa en los demás.

Ahora bien, creemos realmente que, en nuestra familia, en las amistades y en el entorno personal y profesional que tenemos ¿todo seguirá igual después de nuestro paso?

¿O habremos dejado una huella en cada etapa de nuestra vida y en los distintos ámbitos en los que hemos participado?

Para conocer y medir el impacto de nuestra huella de vida, Susan Krauss, preparó un test de diez preguntas. Las respuestas deben responderse en una escala numérica del 1 al 5, siendo el 1 el desacuerdo total y el 5 el grado de satisfacción máxima:

1.- Otras personas me dan las gracias por cómo los he ayudado cuando pasaban por situaciones difíciles.

2.- Las tareas que realizo, en todos los ámbitos, mejoran la vida de los demás.

3.- Un amigo de un amigo se ha sentido influido positivamente por algo que yo he hecho.

4.- Creo que tengo muchas cosas positivas que aportar a los demás y hago todo lo necesario para que sea así.

5.- Para mí es importante que mi familia piense que la apoyo y que estoy para ayudar cuando sea necesario.

6.- He sabido que una conversación mantenida con alguien sirvió para motivarle y que consiguiese un objetivo importante o solucionase un problema.

7.- Puedo afirmar honestamente que mi trabajo o mi papel en la familia o grupo de amigos tiene un impacto positivo en los demás.

8.- Cuando establezco metas tengo más en cuenta el efecto positivo que tendrán en otras personas que las recompensas materiales para mí.

9.- Soy consciente de que cada una de mis decisiones, acciones u opiniones pueden tener una gran influencia en los demás, de forma positiva como negativa.

10.- Existen varios casos en los que mis consejos ayudaron a alguien a tomar una buena decisión.

Si la puntuación final de este test está próxima a los 40 puntos supone que ya estamos dejando una huella positiva. Si está en torno a los 20 puntos tendremos que replantearnos cómo son nuestras relaciones con los demás y, lo más importante ¡nuestra actitud ante la vida!

En Píldoras de Inspiración tenemos varios ejemplos de personas que están dejando una verdadera huella a su alrededor.

Y nosotros ….

¿qué huellas estaremos dispuestos a dejar?

Enseñanzas de vida

En el programa enComunicación hablamos de las Enseñanzas de Vida que el doctor Valentín Fuster, prestigioso cardiólogo y director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiológicas de España, compartió en el proyecto BBVA Aprendemos Juntos, en común con El País y Santillana.

Muchos son los motivos para escuchar sus palabras.

Deseo compartir algunas de las ideas de Fuster que me impactaron más, porque que han sido temas hablados en anteriores píldoras de inspiración, al igual que en la sección de Coaching para ti del programa enComunicación.

El primer aspecto que quiero destacar es la importancia de tener referentes en tu vida. Una significativa valoración del rol de los mentores.

Comenta que en varias ocasiones escuchó a personas que eran de su total confianza. Siguió sus consejos y, gracias a ellos, hoy es la persona que es. Esta actitud no es sólo del pasado, sino que sigue confiando en personas que le ayuden a manejarse en los tiempos de cambio tan rápidos que estamos viviendo.

Otra de las ideas relevantes de la entrevista fue el talento.

Fuster dice que todos nacemos con talentos y que hay cosas que nos atraen más que otras. Por eso, uno de los aspectos más necesario en nuestro camino por la vida es conocer, identificar nuestros talentos y desarrollarlos para alcanzar el éxito en nuestros proyectos, cumplir nuestras metas y vivir una vida coherente y plena.

Algo también muy importante y relacionado con talento y mentoría, es la educación.

La educación como herramienta fundamental que permite ampliar las posibilidades, abrir la mente a nuevas perspectivas.

Cuanto más educados estemos, seremos más capaces de gestionar las variables que nos acechan en el día a día y ser protagonistas en el mundo que nos rodea. Todo ello aumentará nuestra autoestima.

Hablar en positivo fue otro de los puntos relevantes de su charla.

Si queremos solucionar un problema, es importante hablar desde el lado positivo.

El Dr. Fuster se centra en “cuidar la salud, más que en prevenir la enfermedad”.  En el campo de la Psicología esta perspectiva tiene un efecto positivo en la persona: se está enfocando en lo bueno.

Finalmente, y de las muchas enseñanzas de vida que Fuster compartió con los asistentes, deseo destacar especialmente dos reglas:

La primera regla es la de las “4 Tde desarrollo personal:

  • Tiempo para reflexionar, para meditar sobre lo que es prioritario o importante en la vida de cada uno.
  • Talento, saber en lo que somos buenos, desarrollarlo y aplicarlo plenamente.
  • Transmitir positividad, centrarnos en la solución en pensar, sentir y hablar desde el lado positivo.
  • Tutoría, contar con personas de confianza para aconsejarnos

La segunda es la regla de las “4 A” como nos presentamos ante el mundo:

  • Actitud positiva, afrontar la vida y los problemas con la confianza de poder superarlas y seguir adelante
  • Aceptarse a uno mismo, no compararse con los demás. Cada uno tiene su propio camino y forma de vida.
  • Autenticidad, ser coherentes en todo momento con lo que se piensa. Actuar y hablar en absoluta correspondencia, independientemente de las circunstancias y las personas.
  • Altruismo, dar a los demás, ser útil al mundo, a la sociedad con nuestros talentos.

Al reflexionar sobre estas pautas y enfocarnos en nuestra realidad,  sin duda, las enseñanzas de vida del doctor Valentín Fuster son una valiosa fuente de inspiración.

Píldoras de Inspiración

Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura

 

 

World send us garbage…

Comenzó la 7ª temporada de enComunicación donde inauguramos una nueva sección Píldoras de inspiración.

En cada sesión compartiré diversas situaciones, comentarios de libros, vivencias personales y de organizaciones que nos permitirán encontrar la cara positiva de la realidad en que vivimos.

Me parece importante transmitir estos mensajes y rescatar valores humanos que a veces pasan desapercibidos en el entorno tan complejo e incierto que nos llega por todos lados.

Ante la tormenta de tensiones políticas, conflictos entre países, religiones, culturas, desencuentro entre líderes, intolerancia ante las ideas ajenas, egoísmos y agresiones, creo que es esencial crear un espacio donde las actitudes y acciones generosas, el respeto por la diversidad, la vocación de servicio y el pensar en los demás nos muestran que también existe un mundo donde la convivencia y los valores heredados de padres y abuelos siguen vigentes.

El tema de inicio de esta sección se resume en la frase:

“El mundo nos envía basura, nosotros le devolvemos música»  – Favio Chávez

Chávez es director de la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura en Asunción, Paraguay.

Es una orquesta muy especial compuesta por niños y adolescentes con escasos recursos que interpretan obras musicales con instrumentos reciclados, construidos de los restos de la basura del vertedero cerca de donde viven.

Los violines, guitarras, flautas, tambores… están hechos con latas de basura, restos de cubiertos, tapones de botellas, grifos y material de ese tipo.

Esta orquesta educa a los niños y jóvenes que viven en condiciones precarias y en estado de vulnerabilidad social para que encuentren en la música motivación y promoción donde vivan experiencias que les ayuden a aprender, a continuar en la escuela, desarrollar su creatividad y, en definitiva, tener mayores oportunidades para mejorar su futuro.

Quiero destacar también otros mensajes de esta orquesta sobre la creatividad y la innovación a través del reciclado de residuos y la utilidad que pueden tener en algo tan inusual como es la construcción de instrumentos musicales.

Esta iniciativa me parece realmente maravillosa y motivadora. Nos muestra que, con generosidad e iniciativa, podemos modificar en nuestro espacio de actuación la dura realidad de muchos y generar un ámbito de crecimiento y desarrollo personal en niños y jóvenes que podrán salir de un entorno hostil y tener posibilidades que de otro modo no tendrían.

Este proyecto les está dando una llave para el futuro. Les da ilusión, esperanza y confianza en sí mismos.

Finalizo este post con una frase entrañable de Favio Chavez en una charla TEDx Amsterdam:

 “La orquesta no busca formar buenos músicos, busca formar buenas personas” 

Te invito a escuchar esta primera Píldora.